
Aunque trata de vender a todos la imagen de un hombre redimido y reformado, sigue siendo un psicópata que mantiene aún su obsesión de acabar con la vida del que ha sido siempre su más odiado rival: Spiderman. Como es de suponer, el sempiterno sentido de la responsabilidad del bueno de Parker le lleva a la idea de que no es ético que alguien como Osborn esté en esa posición de poder y tenga a todo el mundo engañado (pues Peter le conoce desde hace muchos años y sabe que un loco como Norman nunca podrá encontrar la redención). ¿Y qué ocurre cuando decides ir a por alguien que está en una posición de poder como la de Osborn y que encima siente un odio visceral hacía tí?. Pues eso mismo es lo que va a sufrir en sus carnes el bueno de Spiderman, y más cuando te enfrentas a alguien que puede echarte encima a sus matones, que en este caso son un grupo de tarados ultrapoderosos que responden al nombre de Vengadores Oscuros.
En definitiva, una saga que sirve como ejemplo para reconciliarse con las aventuras del arácnido tras todo aquel asunto de mandar años de continuidad de este personaje a tomar por culo. Si uno deja de lado ese prejuicio por unos momentos y se adentra en la lectura de esta saga, seguro que vuelve a disfrutar como un enano con las andanzas de nuestro amistoso vecino Spidey (yo al menos me estoy divirtiendo de lo lindo con ella).
En definitiva, una saga que sirve como ejemplo para reconciliarse con las aventuras del arácnido tras todo aquel asunto de mandar años de continuidad de este personaje a tomar por culo. Si uno deja de lado ese prejuicio por unos momentos y se adentra en la lectura de esta saga, seguro que vuelve a disfrutar como un enano con las andanzas de nuestro amistoso vecino Spidey (yo al menos me estoy divirtiendo de lo lindo con ella).