Ya han pasado unos días desde el viernes, me ha dado tiempo para madurar lo que pienso de este nuevo episodio de Star Wars y aunque voy a intentar evitar spoilers no garantizo que pueda decir alguna cosa que os pueda destrozar la película así que si no la has visto es mejor no seguir leyendo. Llegamos al cine a eso de las 19:00, fue el día después del estreno y lloviendo, así que no había demasiada gente. Comienza la peli y como ya se sabía no aparecen las típicas letras que se alejan. Durante la película nos damos cuenta de que hay cosas que a la hora de contar la historia guardan unas cuantas diferencias con la línea de acción que puede seguir una película de Star Wars. No es algo lineal, saltamos del pasado al futuro, recuerdos, cosas que no hemos visto en la saga.
Salgo muy contento del cine, me ha gustado y han guardado esos detalles que esperaba que salieran, esos guiños y esa continuidad. Sales del cine con muchas ganas de ver el episodio IV, incluso creo que este Rogue One forma parte de «Una Nueva Esperanza» y deberían verse siempre seguidas. El director Gareth Edwards se puede dar por aprobado con nota.
Después de ver los episodios IV, V y VI siempre me quedé con ganas de ver algo. Esa maldad del imperio que te venden desde el principio y te la crees, el poder del lado oscuro, lo cabrito que puede ser Tarkin. Para mi sólo hay tres malos en la saga que transmiten ese miedo profundo por ser un pedazo de bastardo sin escrúpulos. El trío (Darth Vader- Emperador – Tarkin) son la maldad pura del imperio. Acabas Rogue One y dices, ahora sí amigos, ahora sí… El CGI de Tarkin es buenisimo. El otro malo, Krennic, es odioso simplemente, cumple perfectamente con el papel, pero no es la misma maldad de Vader o la que puedes ver en Tarkin desde el primer momento que le miras a la cara.
También descubrimos cómo funciona la rebelión, una banda de gente desorganizada que no sabe ni a donde va ni de donde viene. Todos tienen ideas de como debería organizarse ese grupo de guerrilleros pero no se aclaran. El grupo Rogue one es algo parecido, muy bien buscado y recuerda a esas películas de la segunda guerra mundial donde un grupo se infiltra en una base nazi para hacer de las suyas. Jyn Erso (Felicity Jones) me ha gustado, el Capitán Cassian Andor (Diego Luna) tiene sus momentos, pero Chirrut Imwe (Donnie Yen) a lo Daredevil galáctico está genial.
Los malos son muy malos, pero ¿los buenos son buenos?, mi hija con 7 años después de ver a Cassian Andor en mitad de la proyección nos dice: «Este no es bueno, es neutral auténtico no caótico». Aquello me dejó KO durante varios segundos, pero tenía toda la razón Luke era blanco pero Cassian era gris y el grupo de rebeldes también lo era. Cassian hace cosas que ni Han Solo hizo cuando disparó primero.
Los combates son muy buenos, escenas pilladas del escuadrón rojo y compañía geniales. La última escena de la película te sorprende aunque la esperas. Puede que se note bastante el trabajo digital en ese último personaje, pero se lo voy a perdonar porque ese final te emociona y la gente aplaudió poseída por el poder la fuerza.
La pregunta que me hago al salir del cine es: «¿Cuántas escenas ha recortado Disney después de su último repaso?». Recordemos que a tres meses del estreno tuvieron que rehacer la banda sonora con otro compositor. Hemos visto escenas en los trailer que no se ven en la película y hay personajes que han quedado muy recortados con toda seguridad dejándolos sin profundidad. Aunque encuentre pequeños fallos me parece una película muy buena, ya estoy esperando y contando los días para volverla a ver.