Creo que ya he comentado en alguna ocasión que hace ya bastante tiempo que dejé de comprar grapa debido a esa forma ratonera que tiene la muchachada de Panini a la hora de publicar en ese formato, pues por el mero hecho de sostener un cómic unos minutos entre tus suaves y aterciopeladas manos se queda casi como el acordeón de María Jesús tras tocar su temazo de «Pajaritos a Bailar» a dos mil revoluciones, después de meterse un tripi tras una noche loca.
Es por ello que desde hace ya varios años me pasé al formato tomo y suelo ser bastante devoto de lo que publica esa antes comentada editorial dentro de su línea Marvel Deluxe o 100% Marvel. Y el cómic que me gustaría reseñar hoy está encuadrado dentro de esta última línea mencionada, que como sabéis suelen ser tomos autoconclusivos o que recopilan algún arco argumental o saga completa de alguna colección. Y francamente he de reconocer que este tomo me llamó la atención cuando lo eché un vistazo allí en la tienda, pues sin tener ni zorra idea sobre él me la jugué y lo incluí entre mis compras del pasado mes…