Este pasado viernes, con los fajazos de billetazos rebosando ahí en mi cartera del mono Coco de los Choco-Krispies, salí del curro a toda velocidad como si me estuvieran achuchando a un mandingazo y acudí a mi tienda favorita a echar la tarde sumido en compras frikis. Así que aparte de mis compras fijas del mes me permití un arrebato consumista, y me la jugué con esta novedad de Dolmen Editorial titulada AFVZ, con la cual me hice sin tener ni zorra idea de lo que iba, pero un simple vistazo por encima me convenció.
No sé si estabáis enterados de la noticia de que Dolmen cerró hace ya tiempo un acuerdo para publicar material de la editorial americana Radical Comics aquí en España. Y los primeros títulos en ver la luz han sido este AFVZ y Hotwire, tomo con el que también me hice y que reseñaré próximamente. Por cierto, me regodeo en mi crapulencia por el magnífico aspecto de estos tomos en tapa dura y con un papel cojonudo, que aunque son un poco caretes da gusto sostener entre las manos un cómic en este formato de auténtico lujo.