El perro Cornelius es un pobre diablo. Siempre es cabeza de turco y objeto de toda crítica. ¡Es el saco de boxeo de sus amigos!. Tenerlo cerca permite despreocuparse e incluso descansar: los mosquitos le pican sólo a él, pisa todas las mierdas y tropieza con todas las piedras. Tan sólo una cosa se le da bien, y es… ¡ser él mismo!…