Como hoy no sabía de qué coño hablar y además estoy medio agilipollado por la nocilla que solemos merendar en la sede de Vas Tú Listo, voy a ir a lo facilón y os dejo en la retina este post. Y es que hace unos días estaba yo gilipolleando por la red cuando de pronto me topé con esta historia, con la que no pude menos que partirme el ojete cosa mala. Se trata del relato de la cita de un chaval con una gachí a la que acaba de conocer, que realmente es saladísimo. Francamente no sé si esto estará basado en hechos reales o si ha salido de la mente de algún menda con mucho tiempo libre, pero sea como fuere hay que reconocer que la historia no tiene desperdicio alguno.