La verdad es que el título de este post de hoy me recuerda la época en la que a cierta personita de este blog le dio por ir perfumado por la vida y se echaba a chorros la puta colonia aquella de Mickey Mouse. Aunque bueno, hay que decir que peor fue la época gloriosa en la que a este mismo chavalote le dio por echarse colonia Chispas y Farala (a veces hasta a la vez) y dejaba un pestazo aquí en la sede del blog que nos volvía más gilipollas que lo que solemos estar en estado natural.
Pero no amiguitos, la colonia a la que nos referimos en la reseña del día de hoy no tiene nada que ver con esas que se venden en perfumerías que tienen a chonis como dependientas ni con mariconadas de ese jaez, sino que se trata de un film que hemos visionado recientemente sin tener ni guarra sobre su existencia ni sobre su argumento. Así que por eso hoy escribo esta humilde reseñita con el fin de que tú, querido lector, la eches un vistazuelo, porque si tampoco has tenido el placer de catarla no estaría de más que la dieras una oportunidad…