Hoy toca repasar una de las mejores series que nos ha dejado el NuDC: una Wonder Woman pletórica cuyo reboot ha sorprendido a propios y a extraños. Brian Azzarello es un guionista que no necesita presentación alguna (al menos, claro, que hayas vivido en un búnker subterráneo los últimos años), cuya personalidad para afrontar nuevos proyectos es de sobra conocida. Todo ello se traduce en una saga donde se nota en cada una de las páginas ese buen hacer del guionista americano al aunar acción, drama y modernización de la cultura griega, donde seremos testigos de una caracterización de mitos inédita hasta ahora en el noveno arte.
Los diálogos de Azarello parecen salidos de una tragedia griega, otorgando ese puntito de transfondo adulto e intelectual que una serie de estas características pide a gritos (detenerse en cualquiera de las traiciones o juegos crueles de algunos de estos personajes reafirma mi idea expuesta anteriormente). Una de las ventajas de leer del tirón estos nueve tomos de los que consta la serie es comprobar cómo evolucionan los personajes (cada uno de ellos con sus propias motivaciones, dejando claro así que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos).