Películas pufo y maluchas las he visto a montones, pero Monsters se lleva la palma (y no precisamente la de Oro del Festival de Cannes). Cuando este film se estrenó hace unos pocos meses lamenté el hecho de no haber ido a echarla un vistazo al cine, pues cuando vi el trailer en su día me dio muy buenas vibraciones, pues hacía presagiar un interesante film que apuntaba grandes maneras. Ciertamente parecía una película muy en la línea de Monstruoso con esas imágenes del trailer en las que se insinuaba un largometraje con criaturas la mar de extrañas y donde se suscitaba el interés del espectador dejándole con ganas de más por lo poco que se enseñaba de ellas.
Así que ayer en casa de Kiko nos dispusimos a ver este film emocionados y casi con lagrimones en los ojos esperando ver una peli chula de ciencia-ficción que nos hiciera vibrar más que el mando de la Xbox. Pues bien, a este respecto os diré que finalmente acabamos ambos medio mareados y pidiendo la hora por la penitencia a la que nos estábamos sometiendo con el visionado de este film.