Cada nuevo post que hago sobre esta temática de disfraces mierdosos y más cutres que el tele-texto, más echo de menos los trajecitos ajustados de nuestra Bianquita. A pesar de que disfraces frikis hay de muchos tipos (algunos de ellos bastante inquietantes), hoy voy a abordar nuevos ejemplos de cosplay ratonero, con los que el simple hecho de mirarlos le deja a uno las mismas sensaciones que las de un vampiro tomando el solecico en Alicante. Por cierto, me gustaría avisar de antemano que algunas de las imágenes de hoy son muy duras y suponen un verdadero atentado contra el buen gusto y el decoro. Así que si tienes los suficientes arrestos (y estómago) como para ver esta chungueza de post allá tú, porque nosotros no nos hacemos responsables de los estragos y las escabechinas que puede causar esto en tu neuronaje.