Seguramente en estos momentos muchos os estaréis preguntando qué cojones hacemos en un blog tan friki como este reseñando una peli con ese título y encima protagonizada por un chulazo como Richard Gere. En mi defensa sólo puedo decir que como buen fan de las películas esas de perros que hablan (típicas de las grandes sobremesas de Antena3) me la jugué con este film porque en la carátula salía un perrete «mu salao». Aún así sé que esta excusa no os valdrá a muchos de vosotros y seguiréis pensando que me estoy «asarasando» viendo estas cosas…
Pero bueno, a veces hay que descansar un poco de tanto zombie, alienígenas, superhéroes o pelis de ostias varias y de vez en cuando hay que jugársela con dramones. Además que después de tener que haber visto bajo coacción la peli esa de El Diario de Noa, yo creo que ya tengo tablas para aguantar lo que sea en el mundo del séptimo arte. El caso es que antes del visionado de este largometraje iba un poco condicionado por la idea de que seguramente a los diez minutos lo mandaría a tomar por culo, pero he de reconocer que me ha molado bastante…