Por el titulillo del post seguramente muchos estaréis pensando que hoy vamos a hablar sobre politicastros, banqueros, ricachones varios o incluso de hasta la creme de la creme de chorizacos de este puto país, entre los que bien podríamos destacar a toda esa gran pléyade de pedazo de cracks archiconocidos por sus manos tan sumamente largas: el Dioni, Roldán, el Lute, Del Nido, el Vaquilla, Undargarín o hasta Julián Muñoz y la Pantoja (vaya fauna, no me jodas)…
Pero no amiguitos, gracias a los dioses hoy no vamos a hablar sobre estos perlas, sino sobre un cómic que tenía por ahí perdido en mi comicteca desde que me hice con él allá por el año 2008 (muchos de vosotros no habíais ni nacido) y se quedó el pobrecillo en un estante durmiendo el sueño de los justos hasta que el otro día casualmente me topé con él y me dije: «¿Y tú qué cojones hacías aquí escondido, picarón?». Así que con un enorme temple me pillé un zumito fresquito (que en verano hay que cuidarse), me senté como un campeón sin dar guerra ni nada y me dispuse a degustarlo como se merecía…