Ayer tuvo lugar nuevamente otro de nuestros lunes frikis con los que paralizamos el barrio de Kiko. Fue tremendo el cordón policial establecido para mantener a raya a las 20 añeras histéricas, al que daba colorido una bonita alfombra de terciopelo que se extendía entre la plaza de parking que nos habían reservado para el evento y la entrada al portal de Kiko. Así que tras bajarnos del coche empezamos a tirar besos al respetable mientras la muchedumbre nos lanzaba rosas, hecho ante el cual Kiko cogió una, se la puso entre los dientes y cruzó la alfombra dando palmas como un loco a lo Marujito Díaz). Como es de suponer, fueron muchas las jóvenes que rompieron a hacer pucheros varios (y es que por algo nos llaman el «dúo cebolla», porque hacemos llorar a las niñas).
Tras esta introducción gilipollesca os comentaré que ayer le tocaba elegir película al nunca bien ponderado Kiko, y cuando un servidor se barruntaba que esta semana este mozo tendría guardada en la manga alguna peli chunga de terror, sorprendió a propios y a extraños y se marcó una apuesta personal titulada Equilibrium.