Sí bueno, para sabueso un colega mío, que cada vez que llegamos a un sitio empieza como a olisquear el ambiente a ver dónde están las chavalas y cuando las localiza se acopla el tío por esa zona con una gracejo natural del copón. Pero vamos, que esto más que ser un sabueso podríamos definirlo más bien como ser un huele-bragas de la ostia, pero como el chaval es feliz haciendo esto nosotros le dejamos explayarse (que no se diga que somos unos rancios).
Pero el sabueso del que vamos a hablar hoy no es este coleguita sino de cierta novedad comiquera que ha sacado recientemente a la venta la muchachada de Aleta Ediciones. He de confesar que es un cómic del que yo personalmente no tenía ni zorra de su existencia hasta que lo vi allí en la tienda, lo eché un vistazo por encima (como el que hojea un catálogo de Victoria’a Secret), me dio buenas vibraciones y me lo pillé. Además que en su contraportada venía avalado por las buenísimas críticas del gran Warren Ellis y de Kurt Busiek, y al contrario que a los políticos, lo que dicen estos dos para mí va a misa…