No sé si hemos comentando en alguna ocasión la táctica que usamos el nunca bien ponderado Kiko y un servidor para atraer chavalas. Pues lo que solemos hacer es alquilar a una chavalín por horas y nos lo llevamos al parque para que las gachises que pasen por allí piensen que somos padres solteros, porque eso vende mazo. Y así entre mimitos y arrumacos de las mozas que se acercan al chaval intentamos carroñear nosotros alguno que otro. El caso es que mientras el otro día esperábamos sentados para poner en marcha nuestro urdido plan, el bueno de Kiko me comentó que si había visto ya el trailer de nuestro próximo patrocinio peliculero. Yo le dije que no, y me mandó echando hostias a la sede del blog para degustarlo como se merece.