Sí bueno, para noche de las bestias los pifostios que montamos los redactores de este blog cada vez que nos ponemos piripis y empezamos ahí a quemar papeleras a lo bonzo, destrozar cabinas de teléfono o patear cubos de basura. Pero todas estas burradas son mariconadas dignas de colegialas o de los putos niños cantores de Viena comparado con cómo se las gastan «los bestias» de este film durante esa noche al año en la que prima la anarquía sin miramientos.
Me imagino que los más frikazos del lugar recordaréis que hace un par de añitos hizo grandes estragos en la cartelera un más que discreto film que rodado con un presupuesto de 3 millones de dólares logró recaudar casi 90 millonazos. Como es de suponer, una cinta que tiene tal exitazo es normal que tenga una secuela para ver si ese tremendo pelotazo vuelve a repetirse y debido a ello ya tenemos desde hace unos días en las salas de nuestro país este film, en el que asistiremos a otra de esas purgas bestiales en las cuales durante una noche al año todo está permitido a la hora de hacer gala de la violencia más exacerbada…