Hoy me voy permitir el lujo de dedicar unas palabrejas a otra relectura de estos bonitos días vacacionales, concretamente a un tomo publicado por la editorial Planeta DeAgostini allá por junio del año 2005. El principal atractivo del cómic (y razón por la cual me hice con él en su día) es el hecho de que venía avalado como «el primer trabajo independiente de John Romita Jr.», y francamente cualquier obra en la que esté tal dibujante de por medio, para mí ya es motivo de compra fija y apuesta segura. Por cierto, sobre el guionista Glen Brunswick no me preguntéis, porque para un servidor es un completo desconocido y esto es lo primero que he leído de él.
Ciertamente cuando lo compré en su día no tenía la más remota idea de qué narices era esto de La zona gris, ni sobre lo que trataba. Pues bien, tras haberlo releído hace un rato puedo decir que este cómic bien podría definirse como una historia que viene a ser una mezcla de elementos de temática o tintes noir con un componente fantástico y sobrenatural bastante curioso y que enseguida os explico. Así que «agarraos los machos» porque entramos en la Zona Gris, chavales.