En los tiempos mozos del nunca bien ponderado Kiko y del que suscribe, el hecho de ver una simple teta en la tele o en una revista era motivo de una tremenda algarabía similar a la de la célebre caída de Saigón y la del muro de Berlín juntas. Joe, aún recuerdo el alborozo de aquella Nochevieja del año 87 tras aquel famoso baile de Sabrina cantando el «boys, boys, boys» con el que se le salió una teta a lo Arteche ante el asombro de todos los chavalines del mundo que estábamos sentados tan ricamente delante de la televisión aquella noche (fue lo más comentado en meses).
Y es que por aquel entonces no teníamos las facilidades de hoy día, pues la juventud de este siglo con buscar cualquier movida en google les empezarán a llover tetámenes por todos lados aunque no lo quieran. Lo único cierto es todo ello ha dado como resultado que la chavalería de hoy día sea más castiza y más «echá p’alante» que la de nuestra época, y lo voy a demostrar con este post.