Sí bueno, para fantasmones los chiquillos de este blog cada vez que salimos de fiestuki, pues solemos entrar a las chavalas en plan príncipe de Zamunda y tratamos de hacerlas creer que somos los herederos al trono de algún país perdido de por ahí y que estamos buscando a una reina consorte. Pero no amiguitos, hoy no vamos a hablar de nuestras fantasmadas a la hora de ligotear sino sobre cierta curiosa novedad comiquera que salió hace unas semanas de la mano de Planeta Cómic.
La verdad es que tenía este cómic ahí comprado desde hace ya unos días, pero quería reservarlo para leerlo durante la noche de Halloween (junto con el de Wraith, que también reseñaré en breve), pues ese evento es la mejor fecha del año para leer o ver pelis que le hagan a uno cagarse la pateja abajo. Así que yo esta vez opté por las lecturas sobre mieditis y bajo una tenue luz y con brujas y espíritus rondando fuera de mi habitación me adentré alegremente en esta historia sobre sucesos paranormales chungos que no tienen nada que envidiar a los que nos cuenta Iker Jiménez en la movida esa de cuarto milenio…