El servicio secreto es un bonito cuartito de baño que tenemos escondido aquí en lo más recóndito de la sede del blog con el fin de que nuestro redactor más guarraco sea incapaz de encontrarlo, pues cada vez que usa el WC principal tenemos que esperar casi una hora y media de reloj hasta que el aire vuelve a ser medianamente respirable y aún así dan ganas de entrar con un traje de esos de los del ébola, no me jodas (ójala ninguno de vosotros os veáis nunca en una situación así)…
Pero el servicio secreto al cual nos referimos hoy es al cómic de ese pedazo de guionista llamado Mark Millar, tremendísimo autor que os sonará por cosillas tales como Kick-Ass, Wanted, Superior o Némesis (por mencionar sólo unos pocos títulos de su dilatada carrera como guionista). El caso es que últimamente los guiones de este escocés son bastante deseados a la hora de ser adaptados en la gran pantalla y por supuesto Kingsman: Servicio secreto no podía ser menos. Y nuevamente es el bueno de Matthew Vaughn el encargado de dirigir el cotarro, tal y como hizo en Kick-Ass, por lo que los frikis esperábamos mucho de este film…