Cuando me encontré con este cómic por casualidad sabía que me lo pasaría bien desde el principio, porque yo soy de aquellos que piensan que las cosas buenas hay que dejarlas para el momento adecuado. He dejado macerar el asunto como las frambuesas con el limón cortado en trocitos y azúcar dando como resultado una mermelada para cualquier paladar. Lo cierto es que de un simple vistazo llegamos a la conclusión de que Héroe al Cuadrado no es un cómic típico de héroes y villanos. Al adentrarnos en sus páginas sorprende con un contenido muy completo, con mucha historia que contar y con una dualidad que nos hace pensar en posibilidades.