Pues ale, ya estamos casi acabando el mes de abril y eso supone que los chiquillos de ECC ediciones en breve sacarán el aluvión de novedades con las que muchos frikis se regodearán en su crapulencia en el Salón del Cómic de Barcelona. La verdad es que este mes se han tirado el rollo y tendremos muchas cositas suculentas, entre las que yo destaco el segundo tomazo de Hellblazer de la etapa de Jamie Delano, el tomo de Batman con ese pedazo dibujo de Alex Ross y sobre todo el tan esperado primer tomo recopilatorio de Scalped, una de esas series que mucha gente estaba esperando a poder catar gracias a esta bonita reedición…
Hell eternal
No sé si alguno de vosotros se acuerda de cuando Recerca editorial empezó a publicar en nuestro país cómics de la línea «Vértigo» (que como sabéis se trata de un sello perteneciente a DC comics destinado a un público más adulto, por el hecho de tratar temáticas más controvertidas o por su contenido de violencia explícita). El caso es que gracias a aquella mencionada editorial pudimos tener el placer de degustar títulos menos conocidos pertenecientes a ese sello Vértigo, pero que realmente merecían mucho la pena echarles un vistazo.
Este tomo que nos ocupa fue publicado por estos lares allá por el 2004, y aproveché para releerlo hace poco porque uno ya no tiene las neuronas de antaño y ya apenas me acordaba de cuando lo leí en su día (a decir verdad ni siquiera me acuerdo de lo que he desayunado hoy). El caso es que con esta reseña me gustaría recomendarlo a todos los seguidores de las distintas series del sello Vértigo, porque en este cómic de Jamie Delano y Sean Phillips se marcan ambos una historia autoconclusiva de esas que te enganchan hasta que llegas a la última página.