Para jóvenes ocultos los chicos de este humilde blog en nuestros tiempos mozuelos cuando nos escondíamos traicioneramente en los portales para asustar a las chavalas. Pero hoy no queremos hablaros de nuestra afición de antaño gracias a la cual nos ganamos un montón de órdenes de alejamiento, sino sobre un notición que alegrará los ojines de todos aquellos que sean fans de aquel mítico film ochentero titulado Jóvenes Ocultos. Para el que no tenga ni guarra de aquella peli diremos que nos contaba las andanzas de unos chavalines que de buenas a primera se las tenían que ver con unos vampiros chungos (si no la has visto ya estás tardando).
Lunes molones: Noche de miedo
La verdad es que así leído en frío el título del film de la reseña de hoy uno puede pensar que vamos a hablar de la sensación que se le queda en el cuerpo a cualquier gachí que pase una noche romántica con cualquiera de los mozos de este blog y tenga que sufrir el vernos en pelotas. Sin embargo, Noche de miedo fue el film elegido ayer por el nunca bien ponderado Kiko para la tarde friki del lunes molón, en el que esta vez nos pasamos el jodío Fifa por el forramen y nos dedicamos en cuerpo y alma a darle a los shooters. Por cierto, que ayer pude descubrir de primera mano que después del Fifa, el juego que más hace rabiar a Kiko hasta el extremo de echar espuma por la boca es el Call of Duty.
Así que tras el rato de vicio y bien atiborrados de bollos (pues ayer hicimos la vista gorda en nuestro pacto de no comerlos más) nos dispusimos a ver este film que fue estrenado en cines hace unos pocos meses y que alguna que otra persona (no sé si con acciones en la peli) me había alentado a que la echara un vistazo.