Cuando los muchachos de este humilde blog no estamos borrachos o emporraos nos gusta hacer charlas coloquio sobre temas variopintos. El caso es que el otro día nos dio por elucubrar sobre cuál sería la profesión más molona. Uno decía que le molaría ser bombero torero; otro decía que lo mejor es ser portero de la Mansión Playboy o juez de concursos de camisetas mojadas o de peleas de chavalas en el barro. Sí, todas esas profesiones molan (no te digo yo que no), pero tras muchas horas de discutir y discutir hasta el punto de rabiar y pegarnos con el bolso, finalmente llegamos a la conclusión de que la mejor profesión del mundo sería ser un Stormtrooper (ahí, con dos cojones). Y vamos a demostrar con una retaila de fotos toda esta teoría de lo bien que se lo pasa esta gente.
Star Wars: Porkins, ese gran olvidado
Las guerras no las ganan los héroes, detrás de ellos siempre hay gente que muere para que otro se apunte al carro de la gloria. Ha llegado el momento poner en el lugar que se merece a uno de esos desconocidos que ha dado tanto pero que ha recibido tan poco. Hoy toca hablar de Jek Tono Porkins, aunque la mayoría lo conoce simplemente como Porkins, el pobre gordaco que murió calcinado dentro de su nave en La Guerra de las Galaxias (episodio IV).