La trilogía de Star Wars despierta grandes pasiones, y digo trilogía porque lo que sacaron después debe pertenecer a otra saga. Lo cierto es que los episodios IV-V-VI han dejado huella en el subconsciente de toda una generación y el resto ha quedado en el olvido engullido por la generación Fast food que lo ha lanzado por el recto como excremento de elefante. Pasa rápido y se olvida pronto.