Hemos de reconocer que los muchachos del Vas Tú Listo conocemos a un sinfín de gentecilla rara con talentos la mar de gilipollescos. Por ejemplo, sabemos de un menda que tira los gapos hacia arriba y le vuelven a caer en la boca; hay otro que cuando se come un filete lo hace bola y se puede tirar con él dentro de la boca durante horas como si fuera un puto pelícano. Pero estos talentos se quedan en bragas ante el que hace gala el protagonista del cómic que reseñamos hoy: Luther Strode.
Y es que he de decir que se trata de una historia a la que yo personalmente tenía más ganitas de catar que un gordaco a un paquete de Quesitos, debido a las más que buenas críticas que lo avalaban y de las que me documenté antes de su compra. Y ciertamente se trata de una historia curiosa de cojones de la que he de reconocer que me ha sorprendido muy gratamente, sobre todo por el estilo de Tradd Moore, un dibujante al que no tenía el placer de conocer pero que me ha encandilado ese trazo suyo tan evocador al del gran John Romita Jr.