Seguramente los lectores más castizos y «echaos pa alante» estarán ya hasta los huevos de que en este humilde blog hablemos siempre de tanto Punisher del noveno arte y casi que preferirían que dedicáramos un post a otro tipo de ilustres castigadores (como por ejemplo Rocco el Castigador). Pues mira, puede que si nos pagan lo suficiente algún día nos dediquemos a reseñar las pelis pornacas de Rocco Siffredi, pero mientras tanto aquí seguiremos reseñando a nuestro querido Punisher tradicional del mundo del cómic que tanto nos gusta a la muchachada de este blog.
Y lo último que hemos tenido el placer de leer ha sido este pedazo de tochaco de 216 páginas publicado recientemente por la editorial Panini, dentro de ese relanzamiento de algunos de los personajes de la línea Marvel Knights, como el que ha tenido también Daredevil (de la mano del bueno de Mark Waid) o El Caballero Luna. El caso es que yo personalmente tenía puestas bastantes esperanzas en este cómic debido al hecho de que Greg Rucka siempre me ha resultado un tío competente. Pero he de reconocer que este tomo es una de esas historias que se dejan leer y poco más…