Hace unos pocos años el sello MAX de Marvel para lectores adultos era un filonaco en el que proliferaban personajes de segunda fila de la editorial. Uno de ellos es el conocido como Shang-Chi, no el ex-central del Real Madrid, sino el personaje creado en los años 70 de la mano de Steve Englehart y Jim Starlin. Y es que esa fue una década fructífera no sólo para este personaje, sino también para otros tales como Puño de Hierro o Los Hijos del Tigre, pues aquella era una época en la que estaban de moda las películas orientales de Kung fu (sobre todo las de Bruce Lee) y la famosa serie de David Carradine. Además hubo una proliferación de la filosofia oriental, del Tai Chi, del budismo y de las academias de artes marciales.
Como es de suponer, Marvel se acopló a aquella moda y de ahí la creación de todos esos mencionados personajes. Pero vamos a centrarnos en la figura de Shang-Chi y sobre todo en la etapa de Moench y Gulacy, que fueron el equipo artísitico que hicieron grande al personaje. El caso es que 30 años después esta dupla se volvió a reunir para traernos esta nueva aventura de Chi.