Riesgo Suicida 1: El rencor de la guerra

riesgo_logoSí bueno, para riesgo suicida el de un cacho gilipollas de aquí del barrio que se compró un monopatín y a los cinco minutos de estar haciendo cabriolas en plan mico tuvimos que cogerle del suelo casi con pinzas y llevarle corriendo a Urgencias. Pero no amiguitos, el riesgo suicida al que nos referimos hoy no tiene nada que ver con flipaos de esos que se creen Tony Hawk, sino con cierta novedad comiquera que ha sacado a la venta la muchachada de Aleta ediciones

Y es que cualquier friki de pura cepa es sabedor de que el mes de mayo es duro de cojones. Es frustrante ver la cantidad de novedades comiqueras que salen con motivo del Salón del Cómic de Barcelona y tener tan poquito dinero para gastar por culpa de la puta crisis. Algunos se prostituirían para sacar pelas extras y poder fundírselas en todo el materialazo que les gustaría; otros en cambio serían capaces de echar cianuro en el puré Maggi de la abuela para pillar la herencia. Lo cierto es que yo también he sufrido esta frustración en mis carnes y he tenido que seleccionar qué novedades de las que salían este mes me pillaba y cuáles no. Pues bien, Riesgo Suicida es una de las que han caído…

Faker

Lo primero que hay que decir sobre este cómic es que a la hora de pronunciar su título hay que tener mucho cuidadín, porque imaginaos que alguien os pregunta qué estáis leyendo y en vez de Faker pronunciáis Fucker (el cacho de hostión que os puede arrear puede ser épico). Así que si no estáis muy duchos en el idioma de Shakespeare más vale que respondáis que estáis leyendo un cómic de la línea Vertigo, que para los menos frikis diremos que se trata de un sello de la editorial estadounidense DC Comics dirigido a un público más adulto.

El caso es que este es uno de esos tomos que me compré hará como cosa de 4 añitos o por ahí y lo dejé olvidado en mi flamante comicteca cual jeque que se encapricha de una de las fulanas de su harén y pasa de todas las demás. El caso es que el otro día me topé con él mientras buscaba algo para leer en la sobremesa y me senté ahí a degustarlo sin armar alboroto ni nada. Y ciertamente he de reconocer que se trata de unos de esos cómics de lo que no te esperas gran cosa y que te llegan a sorprender muy gratamente…