Bien es cierto que la famosa «bocaria» Monica Lewinsky (o mejor dicho, Lengüisky) creó escuela en su día con la movida aquella de cuando puso su vestido a juego con la Casa Blanca. Mucho ha llovido desde aquel episodio, pero ello no es óbice para que hoy por hoy sean aún bastantes sus seguidor@s. Y es que es mucha la gente que se postra de rodillas a las primeras de cambio (y no precisamente para ponerse a rezar el Jesusito de mi vida). Así que aprovechando que nuestro equipo de reporteros no estaban fumando porros ni viendo pelis guarras, hemos decidido lanzarlos a la calle para conseguir varios ejemplos gráficos de que el «Lengüinismo» sigue vivo…