El otro día me encontré con un colega que oye menos que Van Gogh tras la traca final de las fiestas de su pueblo y cuando le comenté que iba a ver Thor 2 me entendió que iba a ver Gordos y pensó que me iba a echar la tarde al McDonalds. El caso es que como no podía ser de otra manera un friki de pura cepa como yo nunca falla a la hora de asistir al visionado de un film de Marvel el mismo día de su estreno (pues uno tiene una reputación que mantener), y con Thor 2: El mundo oscuro tampoco he faltado a la cita.
Y ciertamente amiguitos tengo que confesar que en lo referente a este film que reseñamos hoy no las tenía todas conmigo por dos simples razones. La primera es que el film anterior del poderoso Dios del Trueno no me dejó satisfecho del todo (por ciertas razones que ya comenté en su día). Y la segunda es que tras el pelotazo que supuso Los Vengadores y el hecho de poder ver a tanto personaje de Marvel reunidos en la misma película, a mí personalmente me provocó el trauma de que a estas alturas ver un film en el que salga tan solo uno de ellos me sepa a poco. Lo cierto es que a pesar de esas reticencias que tenía antes del visionado de esta cinta he de confesar a los cuatros vientos que Thor 2: El mundo oscuro me ha sorprendido gratamente…