¿Quién me iba a decir a mí hace unos años que iba a comentar este juego?. Y es que nunca he sido de Nintendogs (para un rato hace gracia pero después es siempre lo mismo y es «mu» cansino). Que si da de comer al perro, entrena al perro, limpia al perro. Aunque tengo que reconocer que esto es porque hace unos años cuando compré la DS y descargué el juego, descubrí que era una entrenadora fatal y que hasta mi sobrino de 8 años tenía los perros mejor entrenados que yo, sucios y hambientos porque es un «dejao», pero muy bien entrenados, que ganaban todas las copas y yo nada de nada. Por eso desistí del juego a los 3 días.
Pero con la nueva adquisición de la 3DS y la reciente perdida de Niña (mi perra maravillosa que en el cielo perruno estará ladrando), me ha llevado a desear querer viciarme de nuevo a este videojuego, pues mis ansias de achuchar perritos no conocen límites, aunque se trate de perritos virtuales. Mi querido Víctor me lo regaló hace un par de semanas y hoy os cuento qué tal me va.