Hay gente que deja huella y no sólo por pisar el barro. Howard Phillips Lovecraft creó una mitología particular que trascendió a su época y fue influencia para numerosos escritores que se basan en todo aquello que escribió. Seguro que nos suenan nombres como Necronomicón, Cthulhu, Arkham o la Universidad de Miskatonic. Es normal, pues la influencia de Lovecraft ha llegado al cine, la televisión, la literatura e incluso la música, creando una memoria colectiva difícil de borrar.
Lovecraft ya era un niño rarito (seguramente por culpa de su madre, que lo ataba corto). Su padre acabó en un psiquiátrico, no era amante del mar y si a todo esto añadimos que era un niño prodigio, el resultado es Cthulhu. Lo vivió con tanta fuerza y lo plasmó en sus textos con tanta fe, que esos tentáculos alcanzaron a escritores de su tiempo como a Robert E. Howard, del que ya hemos hablado en Vas Tú Listo.