Antes de que nuestros seguidores frikis más radicales pongan el grito en el cielo y nos tachen de lilas por el hecho de reseñar tamaño dramonaco en un blog de esta calaña, dejadnos que os pongamos en situación. Recordaréis que hace unos días nuestra colaboradora Almu nos lanzó el super reto de que no teníamos los suficientes cojones para hacer una reseña sobre este film. Muchos pensarán que pedir algo así a unos frikazos como nosotros es como pedirle a Paquirrín que haga dieta equilibrada (o qué coño, o pedírmelo a mí mismamente).
Las reglas eran claras y sencillas (más incluso que las de criar a un Gremlin): había que verla de principio a fin, no decir ni «mú» sobre lo buena que está la protagonista ni ninguno de los personajes femeninos, comentarla con sensibilidad y sin nada de humor. Así que aunque personalmente somos más de El Diario de Patricia, he de decir que acabamos de terminar de ver El Diario de Noa, y aquí dejamos esta reseña dedicada a toda esa gente que dice que los muchachos de este blog tenemos menos romanticismo que la sobaquera de la Pantoja.