Durante los días de reclusión en casa debido al gripazo que pillé, y en los ratos en los cuales las drogas me daban un respiro de lo que supone un buen proceso febril, estuve viciándome a un juego que tenía en la recámara desde hace bastante tiempo. Las imágenes que vi de él me llamaron la atención y en cuanto lo vi baratito me lo envié corriendo para casa. Estoy hablando de Enslaved: Odyssey To The West, desarrollado por Ninja Theory, conocidos por Heavenly Sword, exclusivo de PS3, y por el nuevo proyecto que se traen entre manos, una precuela de Devil May Cry que levantó algunas ampollas entre los fans de la saga por el aspecto tan emo que luciría su protagonista Dante.
Supongo que a vosotros también os pasará que entre tanto juego vende consolas siempre apetece comerse una golosina de este tipo y más de una vez os llevaréis la sorpresa de que ese juego que creíais que sólo te iba a ofrecer pasar el rato te dice algo más. Esto es lo que me ha pasado a mi con Enslaved.