«Soy el número cuatro», «Soy leyenda», «Yo soy Sam», «Soy la Juani», «Yo soy Bea», se parecen, tienen algo en común en el título pero os puedo asegurar que no tienen nada que ver. Mientras el cine español nos amarga la existencia con bodrios variados, los hollywoodienses nos dan cada día más y más carnaza para consumir en los cines.Y yo ya de vuelta en Madrid, y volviendo al esfuerzo económico que ir al cine en la capital supone, me doy más que satisfecho por haber podido ver Soy el Número Cuatro. Y es que tiene todo lo que necesitaba para hacerme pasar una buena tarde: chicas guapas, acción, extraterrestres, mutaciones, algo de thriller, unos efectos bastante majos y algunas buenas ideas.
Debe de ser que en el universo (tanto en el hollywoodiense como en el planetario) debe existir algun tipo de guía Repsol en la que pone que para pasar unas vacaciones o esconderse de los malos o similar, lo mejor es venirse una temporadita a la tierra que no se está nada mal (eso piensan los alemanes y demás guiris acerca de las playas españolas), tal y como hemos podido comprobar en Transformers, Distrito 9, Ultimátum a la tierra, Superman o ET .