La primera vez que escuché el título de este film pensé que esto trataría sobre las desventuras de un grupo de gordacos borrachuzos aficionados a esa marca de cerveza. Pero mire usted por donde que finalmente averigüé que se trataba de una película que venía a ser una adaptación de una novela juvenil de una tal Rosemary Sutcliff, dato que pongo para tirarme el pingüi e impresionar a las extranjeras que lean esta reseña, pues en la vida había oído hablar de la tal Rosemary.
Además, otra de las cosas que me llamó la atención es que junto al nombre del protagonista principal (Channing Tatum), aparecía el de Jamie Bell, a quien muchos conocerán más como Billy Elliot. Y sin duda alguna este hecho me inquietó por ver si este actor se iba a lanzar aquí también por bulerías y se marcaba uno de sus famosos «zapateaos» en plan Fred Astaire puesto de efedrina hasta las cejas. Además que las pelis de romanos molan, qué coñe, así que hace unos días me dispuse a echarla un vistazo para traer hoy esta reseña.