Para un buen friki, es difícil asumir que tu pareja sea la que menos nota ha sacado en el test friki de entre todos los amigos conocidos. Y más cuando gran parte de los puntos obtenidos han sido por preguntas como «soy chica», «me gusta el sushi» y porque «estudié alemán» y «euskera». ¡Si al menos supiese klingon!. Encima, esas respuestas hoy en día ni siquiera dan ya puntos. Pero no hay que rendirse. Como buenos Siths, la podemos pasar al Lado Friki poco a poco. En esta guerra, se combatirá en múltiples batallas, con sus éxitos y fracasos, pero sólo hay que pensar en el objetivo final: ¡La Frikonversión Absoluta!.