Todo aquel que se sofoque, se hiperventile o que ponga un rictus de acojone en su cara por el hecho de ver mezclado al mejor detective del mundo con vampiros chungos, que se tranquilice y se acuerde que a este buen mozuelo ya le vimos codeándose con el bueno de Drácula (ver reseña aquí) o incluso con zombies (en esta otra reseña). Así que nada de escandalizarse por el hecho de ver al ‘pipas’ este envuelto en una aventura con vampiros de por medio, pues de vez en cuando no viene mal adentrarse en una lectura que combine a los grandes mitos de la literatura victoriana con la temática fantástica y de terror.