Si hay una cosa en esta casa que nos guste más que los Doritos y los pechotes bien puestos es, sin duda, el terror. Pasar mieditis nos hace segregar adrenalina a saco y nos hace disfrutar de un atisbo de emoción entre tanta monotonía que caracteriza nuestras vidas (no nos engañemos, las juergas que nos pegamos con nuestras féminas fans llegan a cansar un poco). Por eso, siempre que podemos intentamos disfrutar de alguna película de terror (excusa perfecta para arrimar a la chica que hayas invitado al cine o a casa) o de juegos consigan hacernos cagar en los pantalones.