Debido a que pesa sobre mí una enorme fama de ser un tío vinagres que lee solamente cosas mierderas de ostias, terror, gore, zombies y elementos de ese jaez, de vez en cuando sorprendo a propios y a extraños con lecturas que, tal y como dice cierta antigua colaboradora de este humilde blog, son cosas para niñas adolescentes. Pues sí señores, recientemente he sorprendido al populacho con un cambio de tercio y me dio por pillarme este tomo publicado por La Cúpula, sobre el que había visto en alguna que otra ocasión buenas críticas en canales comiqueros de YouTube. Así que al final salió a relucir mi vena Marujil y decidí darle una oportunidad en mis compras del pasado mes…