Adivina el título de una película: «Se abre el telón y aparece un mago haciendo un truco cojonudo y de repente un alien se pone a imitar a una oveja tras ver ese pedazo de trucazo». ¿Lo has adivinado ya?. Pues si es muy fácil, tonti: Alien baló sorprendido del truco. Aún recuerdo cuando un colega nuestro contó esta gilipollez a otro chaval que conocemos y a este tío gili le debió de pillar de sopetón esta enorme sandez, que de repente se rió de tal forma que un mocarro del tamaño de una botella de coca-cola de medio litro se le quedó colgando de la napia…
Cuento toda esta gilipollada porque cada vez que veo algo relacionado con la saga de Alien me viene a la cabeza este curioso pasaje que es ya todo un clásico aquí en el barrio. Así que echando un ojo allí en la tienda a este tomo, que ha sacado a la venta hace muy poquito la muchachada de Aleta Ediciones, es muy normal que a mi mente viniera esa épica historia que he relatado arriba. El caso es que ese vistacillo rápido que le eché fue suficiente para meterlo junto al resto de compras de aquel día, pues suelo ser tolerante con cualquier cosa publicada que tiene que ver con esta mítica saga…