Siguiendo un día más esta dinámica de dedicar algunas palabrejas a novedades del Salón del Cómic que me interesan y que acabarán por hacerme a la idea de que prostituirme es la única manera de conseguir todas las que me interesan, hoy vamos a comentar otra a la que le tengo también unas ganitas locas. Se trata de una novedad que nos traen los chiquillos de Panini Comics y verdaderamente tiene pinta de que será muy del agrado de todos aquellos frikis a los que se les hacen los ojos chiribitas cuando ven o leen algo de temática basada en la ciencia-ficción. Así que si tú eres de esos no pierdas ripia de este tomo…
Toca ahorrar para ‘Nailbiter’
El mes de abril es tan anhelado como odiado por los frikis lectores de cómics por el hecho de la cantidad de novedades comiqueras que salen con motivo del Salón del Cómic. Por una parte uno flipa en colorines con la cantidad de cosas suculentas que publican y por otra uno también se desespera porque no somos putos nuevos ricachones, el presupuesto es limitado y no podemos hacernos con todas las novedades que nos gustarían. Y como los frikazos del mundo no nos caracterizamos precisamente por nuestra belleza, tampoco cabe la opción de prostituirse para sacarse un dinerete extra y poder costearse el vicio…
Mazinger Z (IV): La enciclopedia
Recuerdo cuando se vendían enciclopedias a domicilio, pero con la llegada de Internet el hecho de tener una sólo sirve para contribuir a la deforestación del Amazonas. Qué bonito era tener esos 15 tomos de la Enciclopedia Universal Larousse en la estantería, que eran un pedazo de ladrillos de mucho cuidado. La verdad, pensaba que no compraría nunca ninguna otra, pero estaba equivocado.
Ya hace algún tiempo que nos dio por hablar del Mazinger Z en Vas Tú Listo, si bien algunos tienen vagos recuerdos del robot, otros lo ensalzamos como un icono de nuestra infancia. Hace poco que llegó a nuestras librerías el segundo volumen de Mazinger Z: La Enciclopedia. Aquellos que compramos el primero, esperábamos con ansiedad el segundo volumen, que su autor prometía en las últimas páginas y que parecía que no llegaría nunca.
Area 52
De vez en cuando apetece tirar de comicteca y releer algún viejo cómic del que a uno ya sólo le queda un vago recuerdo de cuando lo degustó en su día. Fue lo que me ocurrió a mí este sábado en la sobremesa, pues mientras revisaba uno de mis armaritos buscando qué leer me topé con este tomo titulado Area 52. Ciertamente ya ha llovido desde su publicación, pues se trata de una de las novedades que salieron allá por el 2002 con motivo del Salón del Cómic de aquel año.
Me imagino que a todos os sonará lo conocido con el nombre de Area 51 (ya sabéis, esa supuesta base militar de los EEUU en la que al parecer tienen lugar actividades bastante poco convencionales referentes a ovnis y seres extraterrestres). Pues bien, digamos que el Area 52 de este cómic se inspira totalmente en aquella, pues se trata de una especie de base militar situada en la fría Antártida, donde se encuentra un centro de investigación usado a modo de «vertedero» o almacén para todos aquellos objetos, descubrimientos o experimentos desechados por el gobierno norteamericano, por si tuvieran que hacer uso de ellos en caso de volver a necesitarlos en un futuro próximo.