Cuando nuestros padres nos hablaban de que jugaban en la calle con latas y neumáticos viejos y que pagaban con perras chicas y perras gordas, siempre pensábamos que eran ya arcaicos. Así que, con lo rápido que ha evolucionado el mundo de las videoconsolas, hablar de videojuegos de la Master System, la NES o la Megadrive y decir que por aquel entonces costarían unas 4000 ó 5000 pesetas, ¡suena exactamente igual que lo que nuestros padres nos contaban!.