La verdad es que a lo mejor otra cosa no, pero lo que es el título de la reseña de hoy se puede usar en frases tan variopintas como «ayy madre mía y yo con estos tellos» o «voy a desayunar mis choco krispies de tellos». Pero no queridos amiguitos, el Tellos al que nos referimos en esta reseña no tiene nada que ver con sandeces de ese jaez ni con el jugador del Barça, sino con cierto cómic que fue publicado por estos bonitos lares allá por el año 2002 de la mano de Dolmen ediciones (muchos de vosotros no habíais ni nacido, jodíos). Y es que de vez en cuando me gusta bucear entre mi flamante comicteca y volver a leer material antiguo…
Y qué mejor para pasar una de esas sosas, aburridas y cálidas tardes veraniegas que degustando material de este calibre (aunque me imagino que a la gran mayoría de vosotros no os sonará este cómic). Pues bien, para el que no tenga ni zorra diré que se trata de una miniserie que fue publicada por esa antes mencionada editorial en dos bonitos tomos la mar de chulos, que conservo como oro en pañete. Y como hoy por hoy sólo tenía un vago recuerdo de este cómic, ayer aproveché para releerlo…