Tengo temblores cada vez que recuerdo el pasado Lunes Molón. Como sabéis, antes de ponernos a ver la peli que toca solemos echarnos unos vicietes a la consola. Durante los últimos meses le estábamos dando duro a juegos cooperativos, pero con la pasada fiebre de la Eurocopa nos ha vuelto a dar por retomar las partidas del FIFA12, con todo lo que ello conlleva. No hay día en el que el paquete de mi compañero me la líe durante estas partidas, lo que deriva en mi persona echándo espumarajos por la boca y cagándome en los muertos pisoteaos de los cabronazos que han hecho el juego (aún sabiendo que perdemos meramente por nuestro paquetismo). Este pasado fin de semana ya os mostré de qué tipo de pufadas es capaz este hombre y sinceramente, no sé si me apetece seguir jugando con él.
Bueno, después de desahogarme vamos a ponernos al lío con la peli que toca. Para este lunes nos hemos salido un poco por la tangente y en lugar de vernos una peli con tintes terroríficos o frikazos nos hemos decidido por ver una de las propuestas del pasado Festival de Sitges: The Raid Redemption. No es que seamos unos fervientes admiradores de las pelis de ‘ostias como panes’ pero muchos de los medios la ponían tanto por las nubes por su acción desenfrenada que no podíamos dejar de verla. El trailer que vimos en su día mostraba unas pequeñas dosis de lo que podíamos esperar de este título: ostias, ostias y más ostias. Pero bien dadas.