En mi humilde opinión creo que esto de los Marvel Zombies ya huele, y no precisamente por el aroma putrefacto de sus protagonistas. Lo que empezó como una (bastante genial) ida de olla de Mark Millar dentro de la colección de Ultimate 4F, y que tuvo una digna continuación por parte de la dupla Kirkman/Phillips, ya muestra síntomas de alargamiento innecesario y de una exagerada sobreexplotación supina. Supongo que me sigo comprando estos tomos que siguen saliendo bajo el epígrafe de Marvel Zombies movido por un completismo radical que roza lo enfermizo, pero creo que cualquier persona coherente inmune a ese mal no se dejará camelar cada vez que sale a la venta alguno de estos tomos que recogen miniseries relacionadas con los zombies putrefactos de Marvel.
Y es que personalmente creo que este tomo que salió a la venta el mes pasado es el más flojito de todos (con diferencia). Fijaos lo poco que me ha encandilado que lo leí cuando lo compré hace varias semanas y hasta casi un mes después no me ha dado por hacer la reseña, movido principalmente por el hecho de que hoy no tengo nada mejor sobre lo que escribir.