Hay gente que le coge el gustillo a algo y lo exprimen y lo exprimen como las naranjas de oferta que se compran en la frutería del chino del barrio para prepararse un zumito fresquito con el que refrescarse el gaznate tras venir de hacer footing con la vecina con la única sana intención de poder verla en leggings. Y esto es precisamente lo que está haciendo el gran Peter Jackson con la obra de J.R.R. Tolkien pues tras fusilarnos en la gran pantalla el Señor de los Anillos y el Hobbit, ahora nos amenaza con traernos El Silmarillion. Así que si eres uno de esos que se cabrea viendo cómo este hombre profana esas obras no sigas leyendo…