Ciertamente entre la vorágine de novedades que entran mensualmente en casa de un coleccionista de cómics, suele ocurrir que a veces alguna de estas se queda por ahí perdida entre los armaritos, durmiendo el sueño de los justos. Esto ha sido exactamente lo que me ha ocurrido con Obergeist Ragnarok, un tomo que entró en mi casa allá por el año 2007, lo guardé en uno de mis armaritos esperando a ser degustado, y ahí se quedó más abandonado que un perrillo en el mes de agosto o que un viejete en una gasolinera.
Así que imaginaos mi careto el otro día cuando de pronto me encontré con este cómic que llevaba ahí casi cuatro añazos esperando su momentazo (más o menos como Bojan Krkic). Sorpresivo me resultó abrir la primera página y darme de morros con una introducción de ese genio llamado Bruce Campbell. No pude menos que ponerme de pie y leer las sabias palabras del «puto amo del 7º arte» sobre lo que tenía que decir al respecto de este tomo en el prólogo del mismo.