El viernes pasado por la tarde tocó hacer la ya clásica visitaza mensual a mi tienda de cómics preferida para hacerme con las ricas novedades de noviembre que me interesan. Mirando entre los estantes de allí me llevé una muy grata sorpresa al ver la segunda parte de un gran cómic que leí hace ya varios años y del que ya no pensaba que cataría en la puta vida su continuación. Su título es Samurai: Cielo y Tierra, y tal y como he comentado antes, me hice con el primer tomo hace un par de años y tengo que reconocer que me gustó bastante el jodío.
Así que cuando el otro día me topé con el segundo tomazo, que continúa esta historia, entre los estantes de saldillos de la tienda me dieron unas ganas locas de cogerlo y restregármelo por los pechotes, pues ni que decir tiene que no dudé en hacerme con él. Así que del gran alegrón que me he llevado me han dado ganas de dedicarlo una reseñita, por si hay alguien aún que no tenga ni zorri sobre la existencia de este cómic. Por tanto, si algún día te topas con él en tu tienda, no dejes de echarlo un vistazo porque merece la pena. Y para que no digáis que soy un rancio voy a explicar el porqué…